miércoles, 18 de mayo de 2011

Innovación tecnológica.

Introducción al concepto de innovación tecnológica .



Introducción



El tema de administración de proyectos, al comprender acciones de muy diversa índole, que depende del objetivo que persigue cada una de ellas, se toma complejo y de difícil manejo integral. Para abordarlo es necesario identificar las condiciones comunes de cada grupo de objetivos y, de esta forma, es posible vislumbrar la naturaleza de las actividades y provee el marco delimitador de su desarrollo exitoso.



A continuación se enumeraran los factores críticos que afectan las acciones contenidas en los proyectos; se proponen cursos de acción que aseguran la articulación lógica de los elementos de cada una de ellas y establece metodologías que facilitan el avance e incrementan la posibilidad de éxito en las actividades (bajo el criterio de alcanzar los objetivos planeados consumiendo la mínima cantidad de recursos).



Ahora bien, en el presente trabajo nos referiremos al término "proyecto" de acuerdo a la siguiente definición: "secuencia" lógica de actividades con un propósito definido". Ésta puede asumir diferentes connotaciones, dependiendo del marco de referencia establecido por sus objetivos, desde una generación de conocimientos necesarios para el diseño e instalación de una unidad productiva. Por su parte, un proyecto típicamente científico pudiera expresarse en términos de descubrir el mecanismo que provoca el fenómeno, estableciendo hipótesis que abordan el problema a través de una disciplina específica.



Ambos proyectos requieren de creatividad, información ambiente organizacional y una metodología para llevarlos a cabo- sin embargo, sus diferencias intrínsecas nos colocan en el imperativo de aplicar de diferente manera las técnicas. A modo de ejemplo sobre lo planteado, podemos mencionar que la información requerida por el proyecto científico tendrá que ver con todas aquellas leyes de carácter general que tengan íntima relación con las hipótesis planteadas. Además que disponer de aquella información apropiada para el proyecto tecnológico verá la que nos ayude a aprovechar la oportunidad o, en su caso, la que nos permita atender la necesidad específica. De esta forma la información podría estar en patentes o manuales (conocimientos no necesariamente novedosos), en evaluaciones de características de los mercados o en alguna reglamentación aplicable. De esta manera podemos hablar de la necesidad (genérica) de información, para las diferentes etapas de un proyecto, debiendo particularizar sus características y fuentes en correspondencia con los propósitos perseguidos.



Una vez realizada esta aclaración, se presentan a continuación en forma tabulada, las principales diferencias que existen entra los proyectos científicos y los tecnológicos. De las diferencias presentadas en la tabla se pueden inferir las educaciones en los métodos y acciones propuestas en las secciones que integran este trabajo, para la concepción, planeación y conducción de los proyectos científicos. De esta manera nos referiremos en adelante, mayoritariamente, a proyectos de innovación tecnológica, teniendo siempre en mente las necesidades de la educación planteadas para las actividades de orden científico.

Tanto la ciencia como la tecnología son insumos necesarios para el desarrollo de los países. Ningún autor serio se atrevería a cuantificar el nivel de contribución que haya tenido alguna de ellas, o ambas para producir bienestar en los países desarrollados. Sin embargo, toda parece indicar que la diferencia cualitativa entre el desarrollo de distintos países radica en la capacidad de concebir buenos proyectos de investigación. No basta con que estos se realicen en el ámbito científico y generalmente académico, sin que sea necesario elaborar proyectos de investigación y desarrollo tecnológico que favorezcan la producción de bienes y servicios a través de la generación endógena de los conocimientos necesarios. En la primera parte de este trabajo abordaremos, con mayor amplitud, algunos de los puntos aquí tratados.



¿Ciencia o tecnología?



Dada la importancia de las actividades científicas y tecnológicas para el desarrollo e industrialización de los países (y porqué no mencionarlo, para su seguridad y autonomía), es conveniente hacer una breve reflexión acerca de sus diferencias.



Diremos, en síntesis, que la actividad puramente científica está orientada a satisfacer una curiosidad, a resolver las dudas acerca de cuales son y como están organizadas las leyes de la naturaleza; en tanto que la actividad puramente tecnológica está orientada a producir bienes y servicios de utilidad económica social y también política,



La ciencia y la tecnología tiene algo en común: Son formas organizadas del conocimiento. Sin embargo, son conocimientos organizados para fines distintos: en el caso de la ciencia, para saber porqué. En el caso de la tecnología, si bien el porqué es útil y muchas veces imprescindible para continuar evolucionando, su característica conceptual consiste en saber como.



El cuerpo de ideas llamado ciencia consiste en un conocimiento racional, y sistemático, exacto y verificable El conocimiento tecnológico no requiere necesariamente de estos atributos, en tanto nos permita producir bienes y servicios en forma confiable y cumpliendo con determinados requisitos sociales y económicos.



En sus formas extremas ambas actividades son distintas en cuanto a sus motivaciones básicas, su estructura de valores, y el tipo de personas que se dedica a ellas. Como se planteó en la tabla, la diferencia en los objetivos y características de los resultados sugiere que los proyectos se desempeñan siguiendo etapas similares. Requieren de tratamientos apropiados, según su naturaleza; sin embargo, podemos asegurar que las variables fundamentales que condicionan su éxito son similares.



Las motivaciones de una investigación científica se pueden ubicar, en términos generales, en tres ambientes diferentes: el personal relacionado con la capacidad de un científico sus necesidades de reconocimiento y las posibilidades que éste tenga posibilidad de formar escuela (capacitando a otros en la línea de este interés); el institucional que tiene que ver con el prestigio de la institución en donde desempeña su labor, a la cuál su propio trabajo le incrementa la aceptación del entorno donde se ubica; y finalmente el universal, que acumula los resultados de sus trabajos y promueve el valor del conocimiento generando leyes de cumplimiento generalizado relativas a fenómenos que afectan a la naturaleza y a la sociedad.



De esta manera podemos inferir que los resultados de las investigaciones científicas tendrán como objetivo impactar a los tres ambientes descritos. Es importante tomar en cuenta que aunque un fenómeno se presente con carácter local, cuando un científico lo estudia, lo hace bajo la óptica de obtener un mecanismo que describa sus fundamentos en un ámbito amplio, donde las circunstancias que lo rodean son meros accidentes. Como ejemplo de esto se puede mencionar proyectos tendientes a encontrar las condiciones que permiten la incidencia de enfermedades endémicas en una región (por ejemplo, la amibiasis en países en vías de desarrollo) como un ejemplo de proyecto científico localizado geográficamente y sin embargo los resultados de estos trabajos no pierden su valor internacional, toda ves que si se llegasen a reproducir las condiciones, estos parásitos pudieran afectar a la población de cualquier otro lugar, incluyendo a los países desarrollados.

Por otra parte, aquellos especialistas que se proponen desarrollar proyectos de orden tecnológico, (por ejemplo, una vacuna para erradicar la amibiasis) y que no necesariamente son científicos diferentes a los referidos en el ejemplo anterior, seguramente están trabajando con premisas distintas. Primero tendrían en mente el propósito de resolver el problema (obtener la vacuna); en segunda instancia tratarían de obtener la solución lo antes posible (probablemente presionados por su organización) y finalmente, realizaran sus actividades en un marco económico, tanto para producir productos cuyo costo sea bajo como para restringirse a los presupuestos aprobados.



En ambos tipos de proyectos, científicos y tecnológicos podrían existir resultados que se pueden utilizar subproductos, no por ello menos importantes pero que son ajenos al objetivo principal. Por ejemplo, para los participantes en el proyecto tecnológico tendiente a obtener una vacuna es importante también escribir un artículo (siempre que éste no contenga información restringida) e incrementar la capacidad técnica de los investigadores más jóvenes y menos capacitados también puede ser un resultado bien recibido por la organización; sin embargo, estos resultados tendrán escaso valor para ella si no se alcanza el objetivo principal.



No existe una relación simple entre la capacidad científica de un país y su liderazgo tecnológico e industrial. Ambas actividades son indispensables para el desarrollo integral de una nación pero por distintas razones. En el caso de la ciencia, por su valor educativo y cultural por contribuir a la creación de una conciencia crítica en importantes sectores de la sociedad además de ayudar a sentar las bases para el desarrollo tecnológicoindustrial al generar conocimientos útiles para la producción. La tecnología es necesaria para incrementar la eficiencia y el crecimiento del aparato productivo, aunque también para retroalimentar la curiosidad y la productividad científica.



La ciencia, ciertamente, derrama conocimiento sobre la tecnología y puede concebirse como un gran recipiente de conocimientos, que se alimenta por el flujo continuo del conducto de la investigación básica.



En este punto, es conveniente recordar, que no basta con revisar algunas revistas antes de iniciar un proyecto. Es necesario revisar exhaustivamente todo el contenido de este recipiente de contenidos: artículos, libros, patentes, normas, bancos computarizados, etc.



En caso contrario, la pérdida de tiempo, esfuerzo y recursos, y la frustración posterior podrán ser muy grandes.



Por su parte, la tecnología derrama sobre la ciencia nuevos desafíos, nuevas preguntas, nuevos métodos e instrumentos. Sin embargo, es pertinente insistir en que ambas son actividades diferentes y que desde la prehistoria han avanzado como rutas paralelas, aunque de ves en cuando algunas ideas y algunas personas transiten sin dificultad las brechas que van de uno a otro camino.





Figura 1. Contribución de la ciencia en la creación del desarrollo tecnológico.



Decimos lo anterior para desmitificar un concepto frecuente entre los investigadores "aplicados", es decir, aquellos que tienen un pié en cada ruta... y el grueso del cuerpo dolorosamente vapuleado en la brecha intermedia: que la razón principal para hacer ciencia es su implicación tecnológica, o que para hacer tecnología es necesario hacer ciencia primero.



En suma, no existe linealidad en la actividad de investigación y desarrollo. A menudo, creemos que el flujo de conocimientos ocurre así:En realidad, lo que ocurre, o más bien lo que debería ocurrir, es bastante más complejo, se describe a continuación, el diseño y la manufactura de equipos y la comercialización del producto forman parte integral del proceso innovador, y el hecho de que las conexiones existan en todas las direcciones indica la necesidad de un permanente y fructífero diálogo entre los dos actores de este proceso.

Figura 2. Estructuración para la conformación de un paquete tecnológico



Hacer innovación tecnológica implica entre otras cosas la estructuración de un paquete tecnológico, que es el conjunto de conocimientos empíricos o científicos, nuevos o copiados, de acceso libre o restringido, jurídicos, comerciales o técnicos, necesarios para producir un bien o servicio . Como puede verse, el paquete tecnológico incorpora conocimientos empíricos, que son aquellos que se derivan exclusivamente de la práctica y la experiencia y no tienen necesariamente una base científica. El paso que comúnmente llamamos investigación, desarrollo avanzado o invención básica, contribuye de manera típica, a menos del 10% del esfuerzo innovador total. Los otros componentes, que por lo general no asociamos con el proceso innovador, contribuyen casi en un 90% del esfuerzo del costo total. Los esfuerzos de ingeniería y diseño del producto, ingeniería de montaje y manufactura. e introducción al mercado, son esenciales para el proceso total .



Cabe señalar que hay áreas de tecnología, como la de los semiconductores, lo de las computadoras, o la de los medicamentos, en los que el componente de investigación ocupa una proporción superior al 10% del esfuerzo necesario para introducir un producto de mercado. Estas conforman las industrias de "alta tecnología', que en los países industrializados gastan por lo general más de un 5% de sus ventas totales en investigación y desarrollo .



Pero en cualquier caso, es importante entender que la actividad de investigación requerirá de muchos "aderezos" antes de penetrar exitosamente al sector productivo.

Por otro lado se cometería un grave error al considerar la tecnología solamente como un conjunto de conocimientos técnicos, o de artefactos a los cuales la tecnología se incorpora. La implantación de conocimientos en una sociedad determinada es un proceso complejo; requiere de la adaptación de estos conocimientos y de la adición de otros, de carácter social, económico y político. Visto en términos más amplios, el crecimiento económico, cuando se produce es el resultado de un complicado proceso social. La ciencia aún cuando constituye un ingrediente esencial, como lo ha sido cada ves más en los últimos cien años, es meramente un componente de un proceso más amplio. El hecho de que la comunidad científica de un país, activa y creativa, haga importantes aportaciones y contribuciones al crecimiento económico de ese país depende de una compleja red de instituciones y motivaciones que se encuentran fuera. de la comunidad científica . La tecnología es un insumo más, que debe ser sabiamente combinado con la disponibilidad de capital, trabajo y recursos naturales, para lograr el efecto deseado.



El mundo industrializado existe la suficiente tradición, los recursos humanos y las instituciones necesarias como para que el 90% del esfuerzo innovador al que nos referimos es decir, aquellos componentes que trascienden a la investigación, se realice en forma más o menos fluida. En nuestro caso, el esfuerzo innovador requiere de una creatividad aún mayor que en aquellos países. Se necesita de ella no sólo para realizar el proceso inventivo, sino para construir y manejar adecuadamente, en cada proyecto, la cadena de actividades y de actores requeridos para estructurar y utilizar el paquete tecnológico en un plazo de meses o años, en lugar de las décadas de tradición y experiencia que han sido necesarias en los países industrializados.



Nos referiremos ahora a una problemática específica del ámbito universitario.



Con frecuencia surgen dudas acerca del valor académico que puede tener la actividad tecnológica, que se subentiende como repetitiva. La actividad tecnológica exitosa requiere de tanta creatividad como la científica... siempre que definamos como éxito tecnológico la realización de proyectos bien concebidos, con un mercado explícito o potencial realista, y que logren llegar al sector productivo de manera competitiva, dado que en nuestros países cerca de la mitad del esfuerzo de investigación se realiza en las universidades, se desarrolla en ellas un porcentaje mayor de la investigación aplicada o tecnológica que en los países industrializadas, en donde el sector productivo realiza cerca del 60% del esfuerzo y las instituciones de educación alrededor del 20% . Pero, desafortunadamente, los modelos de valuación económica son los mismos que aquellos países. Al hacer la evaluación del trabajo científico siempre es posible ceder la responsabilidad a otros, que son los árbitros de las revistas internacionales. Sin embargo, surge un problema en el caso del trabajo tecnológico, ya que a veces este no puede o no debe publicarse.



Se dice, a veces, que el sustituto tecnológico del artículo internacional es la patente, pero esto lamentablemente no siempre es aplicable. En primer lugar, no todo el trabajo tecnológico es necesario o convenientemente patentable; además, una patente garantiza que algo es novedoso, no que funcione, y menos aún que funcione bien. La patente, entonces, no nos sirve como criterio para evaluar la originalidad o la creatividad tecnológica.



Desgraciadamente, tampoco podemos aplicar cómo único patrón de evaluación la implantación exitosa de una tecnología en el sector productivo. Si en el mundo industrializado las innovaciones a veces tardan más de diez años en ser implantadas , en nuestro mundo el proceso es aún más lento y difícil, y además existen muchos actores y variables que intervienen en el proceso innovador, por lo que sería injusto atribuir el fracaso o la tardanza de éste al investigador.



En consecuencia, no existen atajos para resolver este delicado problema; la única alternativa consiste en reconocer el principio de que la actividad aplicada y tecnológica es académicamente válida, siempre y cuando implique una adición o una combinación creativa de conocimientos, a partir de aquellos libremente disponibles, con el fin de generar o mejorar los procesos productivos. Y, en cuanto a los mecanismos de evaluación académica, probablemente no nos quede otra solución que asignar la responsabilidad a algún grupo de personas con la capacidad, la tradición y la experiencia de haber realizado una innovación exitosa en nuestro propio y peculiar ambiente.



Cabe reiterar que la ciencia y la tecnología no están reñidas entre sí, y que ambas son partes del quehacer universitario. En la Universidad Nacional Autónoma de México, desde 1984, el Consejo Técnico de la Investigación Científica editó el documento "Lineamientos Generales acerca de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico" que, aunado al "Reglamento sobre Ingresos Extraordinario? de la propia UNAM, proporciona la base legal que legitima la participación de los universitarios en proyectos tecnológicos. Más aún, para resaltar la relevancia de esto podemos mencionar que un estudio reciente sobre biotecnología en Estados Unidos demostró que los investigadores bajo contratos con la industria tenían una actividad académica y de publicaciones científicas aún más productiva que sus colegas sin contacto con la industria .



Muchas veces el valor de una investigación científica o tecnológica depende de que se plantee la pregunta correcta, y esto tiene una estrecha relación con lo objetivos que perseguimos. Cuando un proyecto de investigación está en sus etapas iniciales de definición, es indispensable explicitar con nitidez el objetivo fundamental del mismo.



Tomemos el ejemplo hipotético de un proyecto para extraer proteínas de alguna planta propia de las regiones tropicales.



En principio parecería magnífico: la alimentación es una actividad prioritaria, la generación de empleo en zonas tropicales también. Sin embargo ¿qué es exactamente lo que se persigue? Puede ser la contribución al conocimiento en bioquímica de proteínas o en métodos de extracción de las mismas, la producción de un sustituto de proteínas para enriquecer pastas, el aprovechamiento y cultivo de esa especie vegetal, o quizás la generación de empleo. El problema se agudiza en aquellos proyectos que persiguen un poco de todo y terminan sin lograr nada, ni en el terreno científico ni en el tecnológico. Si queremos profundizar en bioquímica de proteínas, habrá que ver cuál es la proteína más adecuada para su estudio, que puede no necesariamente ser la de esa planta. Si queremos aprovechar esa especie particular de planta, tendremos que estudiar su uso óptimo es la extracción de proteína o tal vez su aplicación directa como forraje. Si queremos enriquecer pastas, el primer paso consistirá en analizar el catálogo de opciones posibles para enriquecer pastas. En suma, nuestra primera recomendación, antes de sumergimos en el mundo de la innovación, podría parecer obvia, pero no por ello resulta menos importante: antes de iniciar un proyecto, es necesario definir con extrema precisión el objetivo principal que se persigue y, si es posible, cuantificarlo.



En el mundo de la ciencia es a veces más válido iniciar las investigaciones basadas en una cierta intuición, sin ver muy claro dónde y cuándo queremos llegar. Esto, por cierto no nos libra de la aplicación del método científico, es decir, el planteo de enunciados fácticos generales susceptibles de ser verificados, comúnmente llamados hipótesis -término más respetable que corazonada, sospecha o conjetura- y de tener una posterior comprobación con medios reproducibles. En el caso de las investigaciones "aplicadas", la misma vaguedad del término puede llevamos a la confusión de objetivos. Si nos referimos a la generación de tecnología, el objetivo debe ser la estructuración de un paquete tecnológico adecuado a una realidad particular, así como su implantación exitosa en el sector productivo. Ese será el tema tratado en las siguientes secciones de este trabajo.



El paquete tecnológico



Un elemento esencial para la innovación es la integración del paquete tecnológico; se ha considerado necesario incluir algunas reflexiones sobre éste concepto que nos permita identificar su importancia y utilidad, ya que muchas experiencia vividas hasta ahora en nuestro medio, con respecto a la búsqueda de innovaciones, nos muestran que un alto porcentaje de los fracasos se debe al hecho de haber partido de una concepción parcial de lo que significa la generación de tecnología. Para unos, la tecnología esta asociada exclusivamente con el saber como (“Know-How") con la información contenida en patentes, manuales, fórmulas, planos, diagramas, etc. Para otros la tecnología se encuentra simplemente integrada a la maquinaria y los equipos empleados en la producción.



La tecnología engloba todas estas ideas y algo más, ya que es "un paquete de conocimientos organizados de distintas clases (Científico, técnico, empírico, etc.), provenientes de diversas fuentes (descubrimientos científicos, otras tecnologías, libros, manuales, patentes, entre otros,) a través de métodos diferentes (investigación, desarrollo, adaptación, copia, espionaje, expertos, etc.)".

Esta definición es la que nos lleva a hablar del paquete tecnológico. Este modelo de explicación del cambio técnico permite identificar e incorporar todos los elementos o insumos que intervienen en dicho cambio, haciéndolo además sin perder de vista las características inherentes a cada elemento y su interacción con las otras partes del paquete. Esto nos da una visión multidimensional e integradora acerca de como desarrollar la tecnología realmente vinculada con la estructura productiva.



La tabla que se muestra a continuación proporciona un listado general del contenido típico de un paquete tecnológico.



Componentes del paquete tecnológico



• Conocimientos empíricos.

• Información técnica externa a la organización.

• Perfiles de factibilidad técnico-económica.

• Ingeniería básica.

• Ingeniería de detalle.

• Diseño y manufactura de equipos.

• Cumplimiento de normas y especificaciones.

• Protección de la propiedad industrial.

• Negociaciones contractuales.

• Capacitación técnica del personal.

• Cumplimiento de normas y controles gubernamentales. .

• Provisión de equipos.

• Construcción y arranque de planta,

• Ajusta del paquete a condiciones de operación reales.

• Adecuación del producto a los requerimientos del mercado.



Así la figura, muestra gráficamente el contenido del paquete, para una mejor comprensión del mismo.



A continuación se describen los conceptos contenidos en el paquete: tecnología de producto, de equipo, de proceso y de operación.



Por tecnología de producto se entiende la parte del paquete tecnológico relacionada con las normas, las especificaciones y los requisitos generales de calidad y presentación que debe cumplir un bien o servicio. Si deseamos armar un paquete en el - que la tecnología de producto fuera predominante, tendríamos que concentramos en la información relativa a la descripción y los dibujos del producto, a los manuales de uso, aplicación y mantenimiento del mismo, a las fórmulas y composiciones, a las especificaciones de las materias primas, a instructivos de ensamble, tolerancias, entre otros; así como a cuestiones de propiedad industrial tales como patentes y marcas.

Figura 3. El contenido del paquete, para una mejor comprensión del mismo



La tecnología de equipo se refiere a la parte de paquete tecnológico relacionado con las características que deben poseer los bienes de capital necesarios para producir un bien o servicio. En este caso, la parte medular de la tecnología se -encuentra integrada a la maquinaria de producción, concentrándose el conocimiento tecnológico en la información sobre la fabricación del equipo, sus especificaciones, manuales de uso y mantenimiento, listas de refacciones, etc.



La tecnología de proceso es la parte tecnológico relacionada con las condiciones, procedimientos y formas de organización necesarios para combinar insumos, recursos humanos, y bienes de capital de la manera adecuada para producir un bien o servicio. Este tipo de tecnología está normalmente asociada con los manuales de proceso, los manuales de planta, los cálculos de rendimientos, los balances de materia y energía, la distribución del equipo (lay-out), por ejemplo.



Por último, la tecnología de operación se refiere a normas y procedimientos aplicables a las tecnologías de producto, de equipo y de proceso y que son necesarios para asegurar la calidad, la confiabilidad la seguridad física y la durabilidad de la planta productiva y de sus productos. Este tipo de tecnología presenta una fuerte incidencia de conocimientos que son fruto de la experiencia, y comprende la información contenida en los manuales de planta productiva y de sus productos, de operación, las bitácoras y las sutilezas de operación proporcionadas por expertos, por lo que se le vincula con la prestación de asistencia técnica.



La adecuada comprensión de estos cuatro tipos de tecnología es una de las claves para entender tanto el fenómeno de la innovación como las limitaciones que hemos padecido hasta ahora. Resulta frecuente observar proyectos d investigación que se orientan a sólo uno de los elementos del paquete: Un nuevo proceso ... sin los equipos necesarios; un nuevo producto o prototipo... sin la adecuada configuración del proceso para fabricarlo en gran escala.



En consecuencia, es muy importante reiterar que cualquier paquete tecnológico contiene elementos de los cuatro tipos de tecnología antes referidos. Sin embargo, existen paquetes que existen preponderantemente de alguno o algunos de ellos, limitándose la incidencia de los otros a un nivel menor. Es evidente que, si el paquete se halla básicamente influido por alguno de los tipos de tecnología, nuestros esfuerzos se orientan en esa dirección para su integración, concentrándose mayoritariamente en el componente tecnológico fundamental.


No hay comentarios: